Una ola de secuestros provoca miedo entre migrantes varados en la frontera norte de México, donde un informe de la Policía estatal de Chihuahua reveló que en los últimos 3 años liberaron a más de 1.700 indocumentados, que son cerca de un tercio de las víctimas del delito en el país.
El temor ha escalado desde que Gilberto Loya Chávez, secretario de Seguridad Pública Estatal de Chihuahua, estado fronterizo con Texas (Estados Unidos), señaló la semana pasada que durante esta ola migratoria histórica han encontrado a esa cantidad de migrantes secuestrados.
Entre las víctimas de rapto está Manuel, quien llegó a la frontera de la mexicana Ciudad Juárez con El Paso estadounidense desde Ecuador y lo retuvieron al entrar a México.
“A mí me secuestraron 27 días. Tuve que pagar 4.000 dólares para que me suelten en Tapachula (en la frontera sur de México). Y de ahí he venido caminando, trabajando, durmiendo en el monte, en las terminales, comiendo cada dos días y una sola vez al día, es duro esto”, relató.
El ecuatoriano contó que, una vez que capturan a las personas, las familias venden las pocas pertenencias que tienen para pagar el rescate.
Con información de EFE