Millones de personas que se quedaron sin electricidad luego de que el huracán Beryl azotó Texas padecían el martes un calor sofocante luego de que la tormenta dejara a muchos habitantes de la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos sin aire acondicionado, comida ni agua.
Muchas de las millones de personas que se quedaron sin electricidad luego de que el huracán Beryl azotó Texas se quejaban el martes mientras soportaban un calor sofocante luego de que la tormenta dejó a gran parte de los habitantes de la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos sin aire acondicionado, comida ni agua en medio de altas temperaturas y humedad.
Una alerta de calor estaba en vigor hasta el miércoles en el área metropolitana de Houston y en otras partes, y se tiene previsto que la temperatura supere los 90 °Fahrenheit (32.2 °Celsius), aunque la humedad podría hacer que eso se sienta como si fueran 105 °F (40.5 °C).
“Nosotros podemos soportar esto, pero no los niños”, comentó Walter Perez, de 49 años de edad, tras llegar el martes temprano a la iglesia del pastor Joel Osteen en Houston, que fungió como centro de enfriamiento y distribuyó paquetes de 40 botellas de agua a los automovilistas que acudieron al sitio.
Perez dijo que él, su esposa, su hijo de 3 años y su beba de tres semanas, así como su suegro, se marcharon de su apartamento luego de pasar una noche que describió como “mala, mala, mala, mala”.