Siempre que llegaba el 2 de noviembre, Julián Figueroa tenía la tradición de levantar un altar de muertos en casa para honrar la memoria de su padre, Joan Sebastian. Ahora, Julián es el protagonista del altar que hizo su madre, Maribel Guardia, quien todavía no puede creer que perdió a su único hijo el pasado 9 de abril.

“Puse un altar de muertos y fue muy emotivo, la verdad. Lo hicimos sólo para Julián. Estábamos todos juntos. Le pusimos una guitarra, sombrero, el rosario, la Virgen de Guadalupe, la Virgen de los Ángeles de Costa Rica”, dijo Guardia. “Fue un momento muy emotivo. Lloramos todos, y me cuesta creer que Julián esté ahora ahí. Sé que vamos todos para allá, pero no terminas de asimilarlo”.

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Han pasado seis meses de aquel día en el que recibió la noticia de su hijo, pero Maribel aún piensa que puede ser una pesadilla.

“Estás como bloqueada, piensas que no es verdad, y cuando pasan estas cosas me doy cuenta que sí, que es verdad, que mi niño está ahí, pero sé que está en un mejor lugar”, explicó. “Lo sé porque tuve tantas experiencias de que lo vi cuando estaba rezando el rosario, cuando a Matilde [Obregón] se le murió su hijo, que estábamos rezando, empezó a oler a rosas; he tenido algunas cosas relacionadas con Julián, con arcoíris, porque veo arcoíris a cada rato y para mí son mensajes de que está muy bien”.

Dijo que su corazón de madre extraña demasiado a Julián y recordó que a él le gustaba hacer el altar de muertos para su papá.