La abuela del tirador de Texas, Salvador Ramos, quien recibió un disparo en la cara antes de que el joven de 18 años comenzara una masacre en una escuela primaria en Uvalde la semana pasada, se encuentra estable ahora.

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Familiares de Celia Martínez Gonzales, de 66 años, dijeron que es probable que no vuelva a hablar luego de perder todos los dientes y dañar sus cuerdas bucales tras el disparo que recibió, reseña Univisión en su página web.