OceanGate, la empresa dueña del sumergible Titán, que implosionó el mes pasado con cinco personas a bordo mientras viajaba a ver los restos del Titanic, anunció este jueves que ha suspendido todas sus operaciones comerciales y sus viajes de exploración.

Sin dar más detalles, la empresa publicó un rótulo en la portada de su página web en la que se comunica la suspensión.

El objetivo es evitar que pueda repetirse el suceso y para ello un comité de expertos está intentando descifrar qué le pasó al sumergible, que implosionó el 18 de junio, según se descubrió tras varios días de búsqueda de sus restos en una operación de rescate en la que se implicaron varios países.

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El comité de expertos podrá además hacer recomendaciones a las autoridades competentes sobre la imposición de sanciones civiles o penales.

Sin embargo, la compañía OceanGate, dueña del sumergible y operadora de las expediciones, no ha actualizado del todo su web desde lo sucedido. Todavía pueden verse los ‘tours’ que ofrecía a bordo de sumergibles a lugares como las islas Azores, las Bahamas o la costa atlántica de Canadá, la zona en la que se hundió el Titanic en 1912 tras colisionar con un iceberg.