México y once países más, entre ellos los principales expulsores de migrantes de la región como Venezuela, Cuba, Honduras o Haití, pidieron a los países receptores acabar con políticas “selectivas” que privilegian la entrada a determinadas nacionalidades, el levantamiento de sanciones unilaterales, renegociar las deudas soberanas y más desarrollo para los países de origen como vías para reducir los flujos migratorios en América.

La secretaria de Relaciones Exteriores mexicana, Alicia Bárcena, encargada de leer el comunicado conjunto, agregó que los participantes se comprometieron a enfrentar la migración con un enfoque de derechos humanos y a que los flujos migratorios se gestionen conjuntamente entre países “de origen, tránsito, destino y retorno”. Sin embargo, no habló de acciones más concretas.

México, que es país de origen, tránsito y destino, se comprometió a cooperar con sus socios en materia de petróleo, energía, salud, alimentación y con los programas sociales que ya ha implementado en varios países de donde siguen saliendo miles de personas.

Con información de ASSOCIATED PRESS