La situación que se vive en Nicaragua tiene en alerta a medio mundo. Las detenciones y hostigamientos del gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, contra sus críticos y opositores a cinco meses de las elecciones ha despertado una reacción inequívoca.
Sin embargo, para la organización Human Rights Watch (HRW), es necesaria una acción mucho más contundente, y este martes exhortó a las Naciones Unidas a jugar un papel más activo ante “la campaña de violencia y represión” que se vive en el país centroamericano.
HRW urgió “al gobierno (nicaragüense) que cese el acoso a periodistas y defensores de derechos humanos, y permita a las organizaciones de la sociedad civil a operar en ambientes seguros, sin miedo a represalias”.
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“Estamos profundamente preocupados por las leyes recientemente promulgadas que restringen indebidamente la participación política, la libertad de expresión, la reunión y asociación pacífica (…) Es probable que estas medidas impidan llevar a cabo elecciones justas y libres en Nicaragua en noviembre”, alertaron los firmantes de la declaración.
HRW presentó este martes el reporte “Arremetida contra críticos”, en el que denuncia la situación en Nicaragua. “Los arrestos de prominentes opositores políticos y críticos, junto con otras graves violaciones de derechos humanos (…), parecen formar parte de una estrategia gubernamental más amplia para reprimir el disenso, infundir temor y restringir la participación política”, resume HRW.
El informe, de 37 páginas, advierte que en la situación actual hay “obstáculos enormes y probablemente infranqueables” para ejercer derechos de libertad de expresión, reunión, asociación y de voto. Un plan tejido por Ortega y su red gubernamental para poner vía libre a la reelección, por cuarta vez consecutiva, del mandatario centroamericano.
Con información de El Universal