El domingo, el supermercado Tops Market, en Buffalo, Nueva York, estaba lleno cuando un hombre irrumpió y provocó una masacre. Los afortunados, se escondieron. Diez personas murieron.

Sobrevivientes han contado a medios estadounidenses el horror que vivieron.

Shonnell Harris, gerente de operaciones en el Tops, un mercado ubicado en una zona predominantemente afroestadounidense, dijo a The Buffalo News que escuchó 70 disparos en el mercado, que estaba lleno. Corrió hacia la parte trasera, pero el miedo la hizo caer varias veces.

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Pensaba en una sola cosa, su hija, quien también trabaja en el supermercado, en una zona predominantemente afroestadounidense. En un momento, logró ver al tirador, quien ha sido identificado como Payton Gendron de 18 años, y quien vive a más de tres horas del lugar del tiroteo.

“Es como un sueño, sólo que no lo es”, dijo Harris, quien finalmente logró localizar a su hija, que estaba a salvo en la parte trasera de la tienda. “La agarré y la abracé”.

Otro empleado del lugar acababa de terminar de almacenar leche en la nevera del supermercado cuando comenzaron los disparos. “Me escondí. Sólo me escondí. No iba a salir de esa habitación”, dijo. “Sólo oía disparos. Disparos y disparos y disparos. Parecía que las cosas se estaban cayendo”, contó al Buffalo News.

Pronto se le unieron otras personas asustadas que decidieron refugiarse allí. Afuera de la tienda también prevalecía el horror.Katherine Crofton, bombera y médica jubilada, fue testigo del tiroteo desde su porche en la calle Riley. Estaba jugando con su perro y fumando un cigarrillo cuando escuchó un disparo.

“Al principio no lo vi; me di la vuelta y vi cómo disparaba a esta mujer”, dijo Crofton al mismo medio. “Ella estaba entrando en la tienda. Y luego disparó a otra mujer. Estaba metiendo las compras en su coche. Me agaché porque no sabía si me iba a disparar”.

Cuando el tirador salió del Tops, Braedyn Kaphart y Shayne Hill casi se topan con él cara a cara mientras estacionaban su auto.

Según Kaphart, el sujeto parecía estarse preparando para suicidarse. “Estaba de pie, con su equipo militar, con el arma en la barbilla y parecía que iba a volarse la cabeza”, dijo Kaphart. “No estábamos seguros de lo que estaba pasando. Mientras seguía haciendo eso, se puso de rodillas todavía pareciendo que se iba a disparar”.

Kaphart vio a la policía y los rescatistas, como una escena de pesadilla. “El tipo salió de la tienda, los policías le gritaban y él se quedó parado. Se quedó ahí parado. Era como si quisiera que le dispararan”, dijo Crofton. El tirador comenzó a quitarse su equipo, continuó Crofton, cuando otro coche de policía se detuvo, los agentes salieron y se abalanzaron sobre él.

Con información de El Universal