El secretario de Estado de EE.UU, Antony Blinken, viaja este miércoles a México para intentar encauzar con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y otras autoridades la crisis por el tráfico y consumo de fentanilo, así como al aumento de la presión migratoria en la frontera común.

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La Administración de Joe Biden quiere que México extradite a más narcotraficantes y desmantele más laboratorios clandestinos de fentanilo, un potente opioide sintético que ha provocado cifras récord de muertes por sobredosis en Estados Unidos.

Además, la visita tiene lugar después de que la patrulla fronteriza estadounidense arrestara en agosto el mayor número de indocumentados en lo que va de año.