Tras la divulgación del primer boletín de los comicios presidenciales en Venezuela por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), que declaró ganador al dictador Nicolás Maduro con el 51% de los votos, bajo denuncias de irregularidades por parte de la oposición, líderes de la comunidad internacional expresaron su preocupación por el fraude.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, exigió un recuento “justo y transparente” de los votos. En un comunicado, el Departamento de Estado afirmó que “es de vital importancia que cada voto sea contado de forma justa y transparente”.
Por su parte, el senador estadounidense Marco Rubio calificó los comicios presidenciales en Venezuela como “la farsa más predecible y ridícula de la historia moderna”. Entretanto, la congresista María Elvira Salazar también condenó el proceso, señalándolo como un “insulto al pueblo venezolano” y asegurando que tanto el Congreso como la Casa Blanca lo denunciarán.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, también emitió fuertes críticas contra el régimen chavista, cuestionando la veracidad de los resultados electorales publicados por el CNE.
Otro de los mandatarios de la región en pronunciarse fue el argentino, Javier Milei: “Los venezolanos eligieron terminar con la dictadura comunista de Nicolás Maduro. Los datos anuncian una victoria aplastante de la oposición y el mundo aguarda que reconozca la derrota luego de años de socialismo, miseria, decadencia y muerte”.
El ex presidente colombiano Andrés Pastrana también reaccionó ante los anuncios: “¡En Venezuela no hubo un fraude electoral, sino un Golpe de Estado al desconocer la voluntad popular!”, afirmó.